28 jul 2010

  Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.


  La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo:
-Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.


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  Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.


  Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta


  se pierde entre el gentío,
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena,


  así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.


Soledades
Antonio Machado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para cuándo un botón de "me gusta" en los blogs??

O mejor que pongan directamente el de "se me enamora el alma"...

Te veo en una semana

la medusa queratínica dijo...

Esta es la parte buena de trabajar con los ninis, voy redescubriendo cosas que por falta de tiempo había olvidado. El otro día fue Quevedo, ya colgaré algo.